Hoy, que como todos los días es hoy, seguiremos viendo a esas Españas intentando aniquilarse, devorarse, destruirse… la derecha adueñada de “su” bandera y la izquierda negándola, la primera apoderada de las nobles gestas del imperio, los segundos oscureciendo como diciendo: no tenemos nada que ver con todo aquello, unos sin aceptarse a otros, ambos ignorándose, cuando son haz y envés de la misma hoja. Mas luego, por los bordes, para los nacionalistas España no será más que su verdugo, quizás como en España sus hijos padezcan del mismo problema de educación, porque tenemos el derecho a ensalzar nuestra nación, y a lo nuestro… ay, que es la de siempre, la mas soberbia ignorancia española en cualquiera de sus rincones, ay como me duele...
Me llueven palos y piedras y garrotazos, y me salen chichones en la cabeza cuando sueño, pero es preciso soñar en que maduraremos, solo hace falta leer y mirar la historia, y ver y comprobar que hay un pegamento que nos une, seamos de donde seamos por bajo de los pirineos, tocaría desempolvar los libros y leérselos porque si no sabemos de donde venimos tampoco sabremos a donde ir. Perdidos como hoy.
Miguel M. Gaspar
