las estrellas cayendo iluminan el cielo oscuro, se llegaron a ver a simple vista las nunca observadas estrellas negras de latón, abrelatas en su ayuda, no quedan banderas, cayeron, roídas sirven de abrigo a las ratas, el sucio y gris muro brilla esa noche mas que nunca, solo quedas tú y tus cicatrices, ¿que vas a hacer ahora?, nunca es tarde para hacer lo que se tiene que hacer.
Que Tú mismo te salves de ti mismo.
Miguel M. Gaspar
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